Cuáles son las posibilidades
reales con las que contamos los trabajadores y trabajadoras para revertir la
actual situación de recesión económica y por ende de depresión que evisceran
nuestra calidad de vida y energía. En quién podemos confiar. A quién podemos
erigir como el paladín de la causa obrera. Cuáles serán las bases de la salida
de la crisis. Quién encierra la fórmula de alquimia económica efervescente, que
nos haga pasar el mal trago de la nueva situación de pobreza que en algunos
casos ya empieza a ser extrema…………
La mayoría de bálsamos de
fierabrás que continuamente se ofrecen por los partidos parlamentarios del
Estado represor español, por los sindicatos adscritos a la Confederación
sindical Mundial a la que forman parte CCOO y UGT, de los medios de
comunicación etc., surgen de la partenogénesis intelectual burguesa, fecundada
por una mórbida carencia de base científica, carencia necesaria para mantener
la enfermedad del capitalismo en nuestras vidas y que se perpetra por la falta
de formación, de información y concienciación, ya sea provocada o auto
provocada, en las masas laboriosas.
Así, la metafísica burguesa nos
enseña que sólo la empresa privada es capaz de dar un servicio optimo y
optimizado, aprovechando al máximo el capital fijo y variable, dar rendimientos
y galvanizar el estado del bienestar; los datos científicos, en cambio, nos
muestran otra realidad y es que desde que se privatizaron servicios como la
electricidad o la telefonía, los resultados han sido continuos despidos (un 20%
de la plantilla de telefónica a pesar de los continuos beneficios), un
encarecimiento sistemático de la factura mensual (una subida de la luz en un
60% en los últimos 5 años) y un estancamiento de los servicios prestados (beneficiándose
de la situación de monopolio en tales sectores).
La metafísica burguesa nos enseña
que hay un exceso de servicios públicos, un derroche inaceptable de la función
pública que se erige como la culpable de la deuda del estado español; los datos
científicos establecen en cambio que: 1. Somos uno de los países de Europa con
menos funcionarios (el porcentaje de funcionarios en España por habitante es
del 9% según el departamento de estadística de la Organización Internacional de
Trabajadores, de los más bajos de Europa); y menor inversión en servicios
públicos (el porcentaje de gasto de España en servicios antes de la crisis era
un paupérrimo 22.7% del PIB). 2. Que la deuda era privada y que han sido las
ayudas al sector financiero y empresarial la que la ha tornado en pública(continuas
restructuraciones financieras protagonizados por el FROB y rescates que vienen
de los impuestos de los trabajadores).
La metafísica burguesa nos quiere
convencer de que los trabajadores y trabajadoras hemos vivido por encima de
nuestras posibilidades, que hemos derrochado y nos hemos metido en cosas que no
podíamos afrontar; la realidad científica nos dice que la búsqueda continua de
una mayor oferta de consumo descontrolado, conducente a la superproducción y al
colapso cíclico del sistema, y la rémora de unos salarios bajos(el boom
inmobiliario no se tradujo en una revalorización de los salarios que sólo han
crecido un 5% de media desde 2001), son las bases de la leonina política de
crédito ala que nos hemos visto abocados para aferrarnos al estado del
bienestar, permitiendo la especulación financiera.
La metafísica burguesa entona el “mea
culpa” compartido y afirma que todos nos tenemos que apretar el cinturón; los
tozudos datos científicos nos ilustran y nos demuestran que con la crisis aumentan
las desigualdades económicas, es decir la distancia entre ricos y pobres (el
coeficiente de GINI que indica el nivel de desigualdad de un país, establece
que el coeficiente de España es de 35, casi 10 puntos por encima de la media
europea). Los ricos son más ricos y los pobres más pobres y todos nos tenemos
que apretar el cinturón por igual, como demuestra la subida del IVA, un
impuesto regresivo que no entiende de ricos y pobres, ¡¡¡sapristi!!!
La metafísica burguesa nos
muestra la globalización como un mar insondable de oportunidades, una suerte de
pangea comercial y bursátil que aumenta las posibilidades de inversión y los
índices de producción; los datos científicos nos rebelan que lo que provoca es
la exportación de capitales, fruto del esfuerzo de los trabajadores, a países
del tercer mundo para beneficiarse de una situación fiscal favorable, una mano
de obra barata y unas materias primas a precios accesibles, aumentando así sus
beneficios, su cuota de poder monopolística en el concierto internacional y
depauperando a los trabajadores de uno y otro país (a unos llevándolos al paro
y a otros sacándoles una plusvalía brutal).
Y finalmente la metafísica
burguesa nos dice que el sistema capitalista es el único que se adapta al ser
humano; La experiencia me ha enseñado que es a la inversa, que es la clase
obrera la que se ha adaptado al capitalismo (Gen capitalista)…………………
Se podrían esgrimir más datos que
son la prueba irrefutable del atroz ataque que se realiza a la clase obrera en
la actualidad: Exclusión social, desahucios, recortes en sanidad,
contrarreforma laboral, ¡SI HASTA CRISTIANO RONALDO ESTÁ TRISTE! Pero no voy a
dar más datos, me he centrado en las patrañas de la metafísica burguesa que de
forma más generalizada se ha tragado el pueblo y más repite, cándidamente, en
las tertulias de bar.
Pero si los datos son
irrefutables, por qué no cambia nada. Si se han creado plataformas y movimientos
como el 15M, por qué no cambia nada. Si se hacen manifestaciones, marchas
concentraciones y acampadas, por qué no cambia nada.
Para Lenin el elemento objetivo
(circunstancias económicas, políticas y sociales) de la revolución, del fin del
sistema capitalista se basa en tres reactantes muy claros:
1.
Crisis de los de arriba, crisis de la política
aplicada por las clases dominantes, que no pueden ya mantener inmutable su
dominación. Los actuales movimientos demuestran el claro e intenso descontento
con partidos, sindicatos, empresarios, banqueros….
2.
Agravación superior a la habitual de la miseria
y sufrimiento de las clases oprimidas. Los datos que se han dado con
anterioridad demuestran la flagrante disminución de la calidad de vida.
3.
Intensificación considerable, por estas causas,
de la actividad de las masas, que en tiempo de “paz” se dejan expoliar
tranquilamente, pero que en épocas turbulentas de crisis son empujadas por todo
el estado de cosas a una acción histórica independiente. Actividad traducida en
las movilizaciones nombradas con anterioridad.
Las causas objetivas “las pintan calva”, pero lo que hace que el
capitalismo a día de hoy no haya sido derrotado es la falta del elemento
subjetivo ¡Por eso no cambia nada! No hay conciencia de clase en la
idiosincrasia de aquellos que han de ser el sujeto revolucionario, los
trabajadores y trabajadoras. Para acabar de una vez por todas con las crisis
endémicas del sistema productivo actual, no podemos pensar que mediante
reformas llegaremos a la refundación del neoliberalismo, a la creación de un
capitalismo amable, lo cual es absolutamente utópico. La propiedad privada y
explotación sin límite de los medios de producción, hacen estériles
cualesquiera intentos de aliviar los padecimientos del pueblo. Unos se hacen
cada vez más ricos y otros cada vez más pobres y esto no es fruto de una
casualidad o de que “se hayan hecho mal las cosas”, sino de la lucha de clases
que mueve la historia. Marx y Engels en el Manifiesto Comunista establecen:
“La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la
historia de las luchas de clases.
Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y
oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre,
mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y otras franca y abierta;
lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la
sociedad o el hundimiento de las clases en pugna.”
A día de hoy es la burguesía la clase opresora, la cual desempeña su
papel en la historia. Los trabajadores y trabajadoras somos la clase oprimida,
y no desempeñamos nuestro papel en la historia; y no lo hacemos porque ni tan
siquiera sabemos que esta lucha existe. Aquí es donde los comunistas tenemos el
mayor reto, crear en las masas laboriosas la conciencia de clase necesaria,
primero para ver quién es el enemigo y después para combatirlo en un movimiento
revolucionario que nos lleve a la lucha final. Hoy por hoy, dadas las
circunstancias actuales, en pleno paroxismo de la fase imperialista del
capitalismo, quien intente convencernos a los ciudadanos y ciudadanas de que
podemos mejorar nuestra situación a través de pactos en las instituciones
burguesas o en los centros de trabajo coadyuvando con la patronal, nos están
traicionando.
El pueblo ha de hacerse con las materias primas que transforma y con
los medios de producción que trabaja y esto pasa por la creación de un
movimiento en los centros de trabajo que no sólo cree unas condiciones de
equilibrio entre patronal y sindicatos, del que salimos siempre perdiendo, sino
de un movimiento combativo que se preocupe además por el cambio de modelo
productivo y busque la socialización de los medios de producción. Esto se hace
a través de las ACDT (Asambleas de comités Delegados y trabajadores), es decir
órganos de poder reales y efectivos de los trabajadores y trabajadoras por los
cuales lograremos cruzar el rubicón de la actual correlación de fuerzas y ser
los dueños de nuestro trabajo. Ser los dueños de las fábricas y tierras de
labranza.
Junto con las ACDT, los ciudadanos hemos de sustituir las
instituciones burguesas que nos acaudillan (Ayuntamientos, Diputaciones,
gobiernos autonómicos, congreso, senado) a través de consejos ciudadanos que se
creen desde el corazón del movimiento vecinal y que nos haga protagonistas de
nuestras vidas, decidiendo no acogernos a los atropellos macroeconómicos que
lleguen desde arriba, atropellos tales como subidas de impuestos, reformas
laborales, rescates a los bancos etc.
La unión de Las ACDT y los Consejos Ciudadanos han de dar lugar al Frente Único del Pueblo, a la unión de
todos y todas en el único objetivo posible para eliminar esta rémora y
vampirismo económico que es la economía de mercado: La Dictadura del
Proletariado.
Ésta es la única estrategia a seguir por los comunistas adscrita al
Marxismo-Leninismo dadas las condiciones sociopolíticas actuales: crear la
concienciación necesaria en las masas para que éstas libren la lucha final
contra el sistema burgués y organizarlas para que actúen de forma conjunta y
solidaria, para que actúen además de forma efectiva y que nunca más nos hagamos
la pregunta de ¿Por qué no cambia nada?Estrategia que los comunistas tenemos
que llevar a cada fábrica, a cada casa, a cada rincón de las calles modificando
definitivamente el ADN del sujeto revolucionario, único protagonista del fin
del capitalismo, generando definitivamente el Gen Obrero………