viernes, 29 de agosto de 2014

RESPUESTA A JAVIER PARRA Y SU PROPUESTA: GANEMOS ESPAÑA


No sabemos si lo de Javier Parra, autoproclamándose comunista, es un ejercicio de sardonismo político o simplemente una forma “camaraderil” y por supuesto oportunista, de conectar con las bases del PCE, donde sabemos de buena tinta que hay auténticos y auténticas comunistas arrastrados por una visión nostálgica y. por ende, para nada dialéctica, de lo que debe de ser el partido de vanguardia del proletariado. No. Javier Parra no es comunista, y no es comunista por muchas razones, pero sobre todo hay dos que nos gustaría señalar para dar brevedad al asunto:
  1. Pertenece a un Partido que no es comunista. A pesar de los sofismas revisionistas que se quieran perpetrar, el comunista ha de ser Marxista-Leninista y el PCE no lo es no sólo por su praxis, sino también por su definición estatutaria.
  2. La falta de rigor científico en sus exposiciones. Sólo hay que leer por encima el artículo que detona esta crítica, para ver en él las características propias de un oportunista: palabrería de redil; conceptos abstractos, generalistas e interclasistas como “izquierda social”; llamar a las barricadas sin promover un frente claro y mucha unión, montones de unión para así convencer a los ciudadanos y ciudadanas de que, primero les voten y tomen las calles y luego, hablaremos del gobierno. De esta manera tratan de convertir la unión en un fin en sí mismo y no en un medio.
Pero, por supuesto, este salva patrias, además de llamar a sus “camaradas”, llama a sus “compañeros y compañeras”, que son todos aquellos y aquellas que conformen la “izquierda social y política”, instándoles a entenderse en un “totum revolutum” balsámico de interclasismo y lucha por las reformas que acabe con la Tiranía del 78. Tal vez haya que recordarle que unos de sus compañeros, el señor Cayo Lara, ha teorizado que a golpe de constitución del 78 se puede llegar al socialismo. Otro de sus compañeros, Pablo Iglesias, dijo que "No es Marx o Lenin; es democratizar la economía y poner límites a la casta corrupta" por no hablar del último comunicado del Secretario General del PCE en el que entre otras joyas señala "que construya una democracia mas participativa y directa", lo que es lo mismo que decir que no no hay que acabar con el capitalismo sino endulzarlo y enmendarlo pues todas las contradicciones del sistema son fruto del mal uso que del mismo hacen unos cuantos corruptos, olvidando que esa casta es endémica de la superestructura burguesa (a la que ellos pertenecen y por la que son financiados para sus traiciones a la causa obrera) y también asumiendo la explotación del hombre por el hombre, la anarquía de la producción y la división de la sociedad en clases antagónicas, y con ella la violencia, como su sistema.
Además, para Javier, debemos amoldar todos los programas de todos los “compis” para así conseguir un “programa de mínimos” que logre una transformación social. Así que, dado el complejo de inferioridad que le ha dado a los y las de IU y el PCE, han pasado del programa, programa, programa, al programa a la carta o al programa para todos. ¿Cómo puede amoldarse el programa de un Partido Comunista al programa de la Socialdemocracia? Una cosa es compartir la lucha por las reformas que mitiguen la depauperización de las condiciones de vida de los trabajadores, a la que está claro que nos tenemos que sumar y otra, muy distinta, es ensamblar, “mutatis mutandis”, un programa pequeño burgués con un programa marxista-leninista que busca la socialización de los medios de producción, la colectivización de la tierra y el fin de las clases. “Claro que los y las comunistas hemos de trabajar por aumentar el salario mínimo interprofesional, contra los despidos, contra el aumento de la exclusión social, por la sanidad, por la educación, contra los desahucios, contra los rescates bancarios y en general por todos los problemas que atosiguen y depaupericen a los trabajadores y trabajadoras, pero hay que buscar algo más. Únicamente el fin del Capitalismo acabará con nuestras miserias, así que hemos de transformar un arraigado afán economicista y político, en un afán adventicio que arraigue por encima de la arena de los logros mediatos.” (Manifiesto del PCOE CÓDOBA)
Una vez más, los oportunistas crean unos fuegos fatuos a partir de una socialdemocracia putrefacta con los que, negando la lucha de clases como el motor principal de la historia, quieren crear un frente común que acabe con la actual crisis pero no con el capitalismo que es el responsable de la crisis y el que les otorga a estos oportunistas las migajas por las que se prestan a hacer todas estas piruetas con las que perpetuar el sistema y con él la explotación de los trabajadores. Para ellos y ellas, ya no se trata de lucha de clases sino de contrarrestar los excesos de los últimos años; para ellos y ellas, ya no se trata de proletariado sino de ciudadanos, admitiendo una estratificación de la sociedad eminentemente burguesa; para ellos y ellas, no se trata de crisis de superproducción sino de mala gestión de la economía; para ellos y ellas no se trata de propiedad privada, (a la cual veneran y de la cual viven), sino de fiscalidad progresiva; para ellos y ellas, no se trata de imperialismo sino de una Europa de los mercados que hay que rescatar. Partiendo de esta visión de la actualidad, intentan convencernos de que votemos a un proyecto social aglutinador, que nos unamos a un proyecto que va a asegurar el estado del “bienestar”. Conocemos los vaivenes de la socialdemocracia y como pasa de la derecha a la izquierda según el momento económico, y conocemos como se las gasta el estado del “bienestar” cuando por culpa de una crisis, crecen como un cáncer las contradicciones del sistema. ¡Que no nos engañen!, porque ahora muchos de los charlatanes que han nacido de la última crisis del capitalismo nos dicen que no es el momento de una Revolución, que ahora toca luchar en la arena del parlamentarismo para asegurar un mínimo de derechos que se están perdiendo: Ahora, buscando la redundancia, nos critican por dogmáticos y anacrónicos y si llegan al poder, nos perseguirán como a enemigos del sistema. ¡Que no nos engañen!, el Estado Español es un país donde se han desarrollado las fuerzas productivas, por lo que es un país idóneo para la revolución proletaria, como estimara Marx.
Sólo hay que ver para demostrar su condición antirrevolucionaria, su referente de partido, el Partido Comunista Italiano. No podía ser de otra forma que un miembro de un partido eurocomunista traiga a colación a otro partido eurocomunista. Afea el hecho histórico de que el PCI desapareciera, como no podía ser de otra forma por otro lado, víctima de su propia condición espuria al marxismo-leninismo que le llevó a defender la democracia pequeño burguesa, defender el parlamentarismo multipartidista como único frente quedándose sólo con la acción economicista y política, olvidando la acción ideológica y por supuesto, menguando la importancia del partido como vanguardia del proletariado, sosteniendo continuamente, además, el carácter decimonónico e inaplicable de las tesis de Lenin. Una vez más, sofismas revisionistas. En Italia desapareció un partido que no era comunista y en España, desaparecerá un partido que no era, es y no será nunca comunista.
Finalmente, Javier, nos advierte de que además del parlamentarismo, necesitamos las calles, lo cual lo ventila con estas palabras: “construido un verdadero poder desde abajo, fortaleciendo cada una de nuestras organizaciones, el tejido social y los espacios unitarios en los que todos participemos tomar las calles sin decir de que forma ni de que manera”. Esta frase demuestra la verborrea abstracta y acientífica de la que hablábamos al principio de este artículo. Nuevamente palabras como “tejido social” y “espacios unitarios”. Nosotros, el PCOE, sí tenemos un programa donde construimos el poder popular, donde buscamos darle el protagonismo que le corresponde y lo hacemos, a través de potenciar El Frente Único del Pueblo, una unión de trabajadores, de jornaleros y estudiantes que busque ostentar una capacidad efectiva en los centros de trabajo y en las instituciones. Sin verborrea. Los trabajadores y trabajadoras, no sólo han de movilizarse para mejorar sus condiciones de trabajo, sino que han de buscar con su compromiso ideológico ser los dueños de los medios de producción que trabajan, los dueños de los recursos naturales que extraen y labran y, por supuesto, los dueños de una educación fuera del capitalismo putrefacto. Este es el verdadero poder popular. Un poder del pueblo al estilo de los Soviets que los eurocomunistas niegan, negando por lo tanto el comunismo. Esto no es “tejido social”, es proletariado; no es “espacio unitario”, es poder del pueblo para el pueblo; y no es “tomar las calles”, es obtenerlas bajo el prisma del socialismo científico.
Desde el PCOE nos dirigimos a aquellos que sean y se sientan comunistas para que no se preocupen por la desaparición de un partido que no es comunista, el PCE, y que se unan a las filas del partido de vanguardia de la clase obrera: El Partido Comunista Obrero Español; y lo hacemos, bajo el compromiso de una formación marxista-leninista y un afán revolucionario. En estas líneas no podemos desglosar todo nuestro programa, programa comunista, que no se va a adaptar nunca al reformismo, al oportunismo y al revisionismo. ¡Camarada!, lucha por el socialismo dentro del movimiento del sujeto revolucionario: el proletariado y su partido de vanguardia el PCOE, ¡PARA GANAR EL SOCIALISMO!

COMUNISTA, ACABA CON LOS REVISIONISMOS

COMUNISTA, ACABA CON LA VISIÓN NOSTÁLGICA DEL PARTIDO
COMUNISTA, ACABA CON LÍDERES OPORTUNISTAS QUE VIVEN AL MARGEN DE LOS PADECIMIENTOS DEL PUEBLO

COMUNISTA, ÚNETE A LAS FILAS DEL PARTIDO DE VANGUARDIA, ÚNETE AL PCOE


COMITÉ PROVINCIAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL EN CÓRDOBA.

CON LOS TRABAJADORES DE LA CAMPINA Y DE MONTALBAN DE CORDOBA


El pasado día 19 de agosto una delegación del Partido Comunista Obrero Español estuvo presente en la manifestación celebrada en Montalbán de Córdoba por la que los jornaleros se manifestaban contra los atropellos de los empresarios de los ajos sobreexplotando a los trabajadores, amenazándolos como al compañero jornalero Cristóbal, robándoles el salario, no pagándolos, despidiendo a aquellos jornaleros y jornaleras que se niegan a firmar las nóminas cuando éstas no han sido cobradas para que dichos empresarios puedan librarse de unas Inspecciones de Trabajo cada vez más serviles con los empresarios y contrarias para con los trabajadores

El citado compañero, en su discurso, al final de la manifestación lanzó una reflexión a los asistentes sobre que la situación de explotación, opresión, coacción y robo en la que permanentemente viven los trabajadores es algo que no sólo se da en Montalbán y en los ajos, sino que es un mal que sufren todos los jornaleros del campo andaluz, y de la comarca de la Campiña, ya sean de Montalbán, Montilla, La Rambla, Fernán-Núñez, Montemayor o Puente Genil, apelando a la unidad y a la organización de todos los trabajadores para hacer doblar el brazo a los empresarios agrarios, evidenciando que la clase trabajadora tiene necesidad de luchar y de unirse para defender sus intereses.

Por más que el oportunismo y el sindicalismo corrompido y traidor hayan llevado a término una labor de desmovilización y desorganización de los trabajadores, que a cambio de prebendas y poltronas han desvertebrado a los trabajadores de la comarca y los han empobrecido, a la par que enriquecían a los caciques, la clase trabajadora de la Campiña se vuelven a rebelar y vuelven a expresar la necesidad de organización para acabar con los atropellos de los empresarios y el fariseísmo de sus lacayos.

Desde el Comité provincial del PCOE en Córdoba trasladamos nuestra solidaridad, así como remarcar la necesidad de construir la unidad de clase y unificar todas las luchas de los obreros, jornaleros y demás sectores sociales que componen el proletariado de tal manera que todas ellas converjan conformando el Frente Único del Pueblo(FUP) como instrumento que nos permita acabar de raíz con el capitalismo, el responsable de todos nuestros males.

Los trabajadores del campo andaluz hoy sufrimos todo tipo de violencia, ataqu
es y vejaciones, haciendo los empresarios listas negras para hacerle el vacío y negarle el trabajo a todo aquél trabajador que ose defender y exigir sus derechos e intereses, todo ello con la cobertura del Estado (Jueces, Inspecciones de Trabajo, etcétera).La solución para los trabajadores no vendrá de la mano del estado actual – instrumento de opresión contra los trabajadores en manos de la burguesía -, ni de las palabras de aquéllos que pretenden llevar a los trabajadores al redil del burgués, ya sea desde el sindicalismo ya sea desde el oportunismo de aquéllos que pretenden reformar al capitalismo y conciliar con la burguesía criminal que le niega el trabajo, y en consecuencia la vida a los trabajadores. 

 

Es el momento de desarrollar los órganos de poder Obrero popular que buscan echar abajo al capitalismo, es hora de socializar las fabricas y los campos y ello sólo es posible uniendo al proletariado y organizándolo para acabar con el capitalismo y construir el Socialismo. Es momento de que los trabajadores de la Comarca y de toda Córdoba, y del estado, nos unamos y desarrollemos el Frente Unico del Pueblo para defendernos y derribar al capitalismo el cual nos lleva al paro, al deshaucio y al suicidio a muchisimos trabajadores cada dia. El PCOE contribuirá con sus humildes fuerzas en la lucha de los trabajadores de los ajos de Montalban asi como de la comarca, y hace un llamamiento a los jornaleros a la huelga como unica ley obrera para paralizar su robo descarado y inhumano es por ello que ante el capital y el caciquismo ni un paso atrás Huelga Obrera y Popular .


¡¡¡ Huelga Huelga Huelga ¡¡¡

Por la Unidad por el Frente Unico del Pueblo de la Comarca de la Campiña Roja .

Por el socialismo.

Comité provincial del Partido Comunista Obrero Español P.C.O.E. en Cordoba

viernes, 22 de agosto de 2014

MANIFIESTO RESULTANTE DE LA II CONFERENCIA DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL EN CÓRDOBA.

El desarrollo del Partido Comunista, Marxista-Leninista, en Córdoba y por ende, el desarrollo del único partido que actúa como tal: el PCOE, se hace cada vez más urgente. Se hace cada vez más apremiante arrojar el testigo de la lucha de clases a quien realmente debe empuñarlo, a quien realmente sangra en el día a día explotador que impone el capitalismo: el proletariado. Fajarse hasta la extenuación en pos de ir erosionando paulatinamente la superestructura que nos explota, que nos relega al paro, que reduce nuestro poder adquisitivo, aumenta las desigualdades, los índices de suicidio…. etc. y que está entramado por el Estado Burgués, con sus mecanismos políticos y de represión, con el Parlamento y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado como principales armas, ha de ser el objetivo insoslayable del Partido de las masas laboriosas: “El Partido lucha por una república proletario-campesina más democrática, en la que se supriman radicalmente la policía y el ejército regular, y se los suplante por el armamento general del pueblo y de la milicia popular……. En la que las instituciones parlamentarias representativas sean sustituidas gradualmente por los soviets de representantes del pueblo…” (Lenin).
Una sociedad nunca podrá llegar al nivel avanzado que se sintetiza del afán teleológico de la dialéctica histórica, sin jugar el papel que le corresponde, sin ser el protagonista de su trabajo, de su convivencia, de sus necesidades, de sus derechos y deberes: “el movimiento proletario es un movimiento propio de la inmensa mayoría en provecho de la inmensa mayoría. El proletariado capa inferior de la sociedad actual, no puede alzarse, no puede erguirse sin hacer saltar por los aires toda la superestructura de estratos que conforman la sociedad oficial” (Marx). Así pues, el sujeto revolucionario: el proletariado, ha de ser consciente de su papel en la historia, es más, debe hacerse dueño de la historia hasta acabar definitivamente con la sociedad de clases. Los movimientos burgueses intentan reducir el papel del proletariado sosteniendo que éste ya no existe, que es parte de una nominación obsoleta, sosteniendo que la clase trabajadora como tal mengua y está sufriendo un proceso de desindustrialización que nos lleva a otros sectores, así como a sobrevivir en otras formas de producción, como el trabajo autónomo o el trabajo en el sector terciario. Pero tal y como desarrollaremos en futuros artículos, el trabajo autónomo o enmascara un trabajo asalariado que obliga al trabajador a correr con las cotizaciones, para ahorro de los empresarios, o se ve tarde o temprano absorbido por los mismos. Por su parte, muchos de los trabajos que se consideran servicios, son en realidad, labores fabriles externalizadas mediante subcontratas, las cuales, han de considerarse proletariado al 100%. Todo esto sin contar, además, con la proletarización del trabajo en el campo. Ergo se demuestra que el proletariado sigue siendo el motor de la historia y el sujeto revolucionario.
Pero no basta con ser el Sujeto Revolucionario, hay que ser consciente de que se es el sujeto revolucionario, para lo cual, hay que inocular la conciencia de clase en los trabajadores y trabajadoras (el Gen Obrero), volver a inmiscuirnos en la lucha de clase de la que hoy por hoy estamos fuera. Crear la conciencia necesaria en los obreros y obreras es fundamental para que llegue el fin del capitalismo, que por fin la emancipación del hombre y la mujer se traduzca en su plenitud personal y laboral. No basta con las condiciones objetivas. La revolución no se dará simplemente porque aumente el paro, las manifestaciones, la pobreza y la exclusión social o porque aumenten las contradicciones del capitalismo, todos ellos elementos indexados en las mismas: es absolutamente necesario el despertar del proletariado.

Y para este despertar es vital el crecimiento del Partido. Un partido Comunista, tal y como establece Francisco Barjas, nuestro secretario general, que ha de luchar en la arena económica, sí, buscando mejorar las condiciones de los trabajadores; ha de luchar en la arena política, sí, donde ha de coadyuvar codo con codo para que el pueblo tenga representación y voz en las instituciones burguesas; pero sobre todo, ha de luchar en la arena ideológica, donde la inoculación del gen obrero, del gen de clase abiertamente antagónico a la burguesía, será la simiente de la lucha final.
Claro que los y las comunistas hemos de trabajar por aumentar el salario mínimo interprofesional, contra los despidos, contra el aumento de la exclusión social, por la sanidad, por la educación, contra los desahucios, contra los rescates bancarios y en general por todos los problemas que atosiguen y paupericen a los trabajadores y trabajadoras, pero hay que buscar algo más. Únicamente el fin del Capitalismo acabará con nuestras miserias, así que hemos de transformar un arraigado afán economicista y político, en un afán adventicio que arraigue por encima de la arena de los logros mediatos.
Los reformistas de Podemos, Iu y demás casta (palabra que le gusta mucho a Pablo Iglesias) de oportunistas, quieren surfear por la cresta de la superestructura para ofrecernos un capitalismo amable, un capitalismo que mire hacia abajo antes de pisar firme con su rodillo súper productivo. Quieren disminuir de forma pacífica las ganancias del gran capital. Para ello, quieren partir de una regeneración democrática (dentro de la democracia burguesa, claro) y para ello, además, y valga la redundancia, buscan una concordia entre clases, maridar lo antagónico para formar una salsa suave sobre un lecho de capitalismo y todo ello, una vez más, dándole únicamente el voto al pueblo como arma ideológica y política. POR QUÉ NO HABLAN DE SOCIALIZACIÓN DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN, POR QUÉ NO HABLAN DE LA COLECTIVIZACIÓN DE LA TIERRA, POR QUÉ NO HABLAN DE ACABAR CON LAS CLASES, POR QUÉ NO HABLAN DE PODER EXCLUSIVAMENTE POPULAR MEDIANTE FRENTES DE OBREROS, CAMPESINOS Y ESTUDIANTES CON FACULTAD EJECUTIVA Y LEGISLATIVA, DE QUÉ TIENEN MIEDO: SI TANTO AMAN AL PUEBLO POR QUÉ NO HABLAN DE SU EMANCIPACIÓN.


Muy sencillo, porque ellos son BURGUESÍA:

“Cuando la burguesía liberal concede reformas con una mano, siempre las retira con la otra, las reduce a la nada o las utiliza para subyugar a los obreros, para dividirlos en grupos, para eternizar la esclavitud asalariada de los trabajadores. Por eso el reformismo, incluso cuando es totalmente sincero, se transforma de hecho en un instrumento de la burguesía para corromper a los obreros y reducirlos a la impotencia. La experiencia de todos los países muestra que los obreros han salido burlados siempre que se han confiado a los reformistas” (Lenin).
O es que Pablo Iglesias y Alberto Garzón no nos recuerdan a Felipe González, a Tony Blair, a Barak Obama, a Hollande, todos ellos esperanzadores y esperanzados reformistas y “salva patrias” que iban a modernizar la democracia. Víctor Núñez, Responsable Político del PCOE en Córdoba nos recuerda las palabras de Marx: “La historia se repite primero como tragedia y después como farsa”. La metástasis de reformismo que se ha dado tras la última gran crisis del sistema, viene con nariz de payaso, frenillo, barba de dos días o melena, todo para hacer retroceder el movimiento obrero que está desaprovechando una oportunidad única para movilizarse y acabar con el sistema. Una vez más el capitalismo financia a esta casta y se frota las manos.
Necesitamos al Partido Comunista. No queremos vivir, en metáfora de Fran Barjas, en un cuerpo cancerígeno donde se puede conseguir que funcionen bien varios órganos, gracias a la labor de unos matasanos desclasados. Queremos un cuerpo sano y para lograrlo, necesitamos al Partido. Todos los movimientos revisionistas que han querido liquidar al Movimiento Comunista Internacional han relegado al partido a un segundo plano: el Socialismo Autogestionario, el Eurocomunismo, el Trotskismo…, todos son sofismas que no quieren la disciplina del Partido Marxista-Leninista para imponer tesis burguesas y personalistas en sus acciones.
“He aquí la necesidad de un nuevo partido, de un partido combativo, de un partido revolucionario, lo bastante intrépido para conducir a los proletarios a la lucha por el Poder, lo bastante experto para orientarse en las condiciones complejas de la situación revolucionaria y lo bastante flexible para sortear todos y cada uno de los escollos, que se interponen en el camino hacia sus fines. Sin un partido así, no se puede ni pensar en el derrocamiento del imperialismo, en la conquista de la dictadura del proletariado. Este nuevo partido es el Partido del leninismo” (Stalin).
El PCOE está llamado a ser la vanguardia de la clase obrera, a ser el Partido Marxista-Leninista que siendo el referente comunista y dechado de honestidad, guíe al pueblo a su emancipación, para mandar al capitalismo al estercolero de la historia, PORQUE NOSOTROS SÍ CONFIAMOS EN EL PUEBLO, SÍ QUEREMOS SU PODER, SU LEGISLACIÓN, HACER SUYOS LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN, LAS TIERRAS, SU PROTAGONISMO, SI QUEREMOS QUE GUÍE SU DESTINO, SIN SALVA PATRIAS, POR ÉL MISMO, PARA ÉL MISMO, SIN TRAMPAS, SIN MEDIAS VERDADES. Para tal labor apostamos por el desarrollo de los Frentes Únicos del Pueblo, uniones de trabajadores y trabajadoras, jornaleros y jornaleras y estudiantes que coadyuven, no para participar en las instituciones burguesas, sino para reemplazarlas; que reclamen no sólo mejoras laborales y agrarias, sino los propios medios de producción y recursos naturales; y que en definitiva, labren su futuro mediante una educación lejos del interés burgués para así crear generaciones no contaminadas por el neoliberalismo.
El Partido ha de estar en ese frente y hacerse cada vez más fuerte en pos de un movimiento revolucionario definitivo, por lo que no podemos ser buenos comunistas si únicamente participamos en la lucha económica sin fortalecer y comprometernos con su organización. Así que:

ÚNETE A LAS FILAS DEL PARTIDO COMUNISTA MARXISTA-LENINISTA

ÚNETE A LAS FILAS DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL

ÚNETE A LA REVOLUCIÓN


 





Comité Provincial de Córdoba del Partido Comunista Obrero Español, 2 de agosto de 2014