domingo, 20 de julio de 2014

LOS OPORTUNISTAS Y SU CONSTITUCIÓN

LOS OPORTUNISTAS Y SU CONSTITUCIÓN  Esta semana el Tribunal Constitucional ha fallado sobre un recurso interpuesto por el Gobierno navarro contra determinados aspectos de la Reforma Laboral realizada por el Gobierno de Rajoy. Estos aspectos sobre los que se ha posicionado el citado Tribunal han sido aprobar el descuelgue con el arbitraje de una Comisión Consultiva. Aprueba el descuelgue de convenios con el arbitraje de la Comisión Consultiva Nacional de Conflictos Colectivos – que es un órgano administrativo – y otorga carta de constitucionalidad al contrato con un año de prueba sin indemnización. De este modo, el Tribunal Constitucional continúa encajando la totalidad de la Reforma Laboral del PP, pues ya en febrero falló a favor de la constitucionalidad de la rebaja de la indemnización por despido, la práctica supresión de los salarios de tramitación o la validez de tramitar dicha reforma como un decreto- ley. El Tribunal Constitucional en la práctica y, con sus resoluciones, ha dicho alto y claro que las agresiones a los trabajadores son constitucionales; que la negociación colectiva es una entelequia donde los trabajadores no pintan absolutamente nada, al igual que el Parlamento puede ser esquivado por el Gobierno en la realización de leyes que anulen y atenten contra los trabajadores. Eso es la Constitución y así lo reconoce el Tribunal Constitucional con sus fallos. Es normal que la burguesía glorifique a la Constitución, realizada por los herederos de Franco y los oportunistas de PSOE y PCE, pues para ellos la concordia es el sometimiento y la explotación de la clase obrera sin miramientos ni cuartel. Todos los atropellos perpetrados por la burguesía y sus gobiernos, durante estos 40 años, han sido realizados en nombre de la Constitución y bajo su ordenamiento. La Constitución fue un producto de una transición – vanagloriada por la burguesía y sus perros oportunistas (PSOE, PCE (IU)) – dirigida por la oligarquía y que otorgó al Capital todos los elementos necesarios para legalizar su dominio político y militar, consagrar el capitalismo monopolista de estado, integrarse en las agrupaciones imperialistas (UE, OTAN) y adoptar y venerar los símbolos fascistas como la bandera, la corona o la unidad de España  –negándole el derecho de autodeterminación a las naciones que forman parte del estado español. Los resultados son seis millones de parados, más de dos millones exiliados, contratos basura y salarios paupérrimos, desahucios, suicidios y un estado que, además de reprimir a los trabajadores y de estar presente en todas las guerras de carroña imperialista, entrega dineros a manos llenas a banqueros y empresarios, negándole todo tipo de recurso a los distintos sectores sociales que componen el Proletariado y arruinando al pequeño empresario y campesino. Esta verdad histórica, consecuencia de la Constitución y su democracia burguesa, ha puesto en el lugar de los traidores a aquellos que desde la orilla del eurocomunismo y del oportunismo engañaban a los trabajadores, señalando que se podía avanzar hacia el  socialismo mediante la progresiva profundización reformista en el seno de la democracia burguesa. Éste es un buen momento para traer a primer plano unas palabras de Cayo Lara en un foro burgués patrocinado por los monopolios (Foro nueva Economía) en el año 2011, año de las últimas elecciones generales, donde el máximo representante decía a burgueses y estos, a través de sus medios de comunicación al Pueblo, que “Al socialismo o casi al socialismo  se puede llegar con la Constitución, ya que los artículos del 128 al 131 hablan de la planificación de la economía, del acceso de los trabajadores a los medios de producción, de que el Estado puede tener una banca pública y nacionalizar empresas”. Es evidente que el Tribunal Constitucional, que es el máximo órgano constitucional al que la misma Izquierda Unida recurre y cuya autoridad reconoce, pone en su sitio a Cayo Lara y a su organización política : en el sitio de los que engañan y traicionan a los trabajadores, o lo que es lo mismo, en el sitio donde están también los miembros de dicho Tribunal, que no es otro que en la orilla de los que explotan, oprimen y niegan los derechos a los trabajadores y sirven, cual lacayos, a los monopolios. La Constitución de 1978 cuando habla de planificación de la economía lo que señala es que la banca – privada – determina la economía, qué sectores productivos se estimulan – para crear una burbuja o crisis de superproducción con el que los monopolios se enriquecerán - y cuáles se tumban, y que cuando se habla de nacionalizar empresas, se hace en el sentido burgués del término, donde podemos tomar por ejemplo a Bankia, por el que el estado con el dinero del Pueblo reflota un banco para, una vez saneado con cargo a todos los ciudadanos, lo privatiza regalándolo a un oligarca. La Constitución de 1978 legaliza la explotación de la clase obrera, el robo, otorga impunidad al burgués y machaca al pueblo – y múltiples casos de corrupción o de guerra sucia y terrorismo de estado así lo acreditan -, perpetuando el capitalismo y otorgando al estado la prerrogativa legal de utilizar las Fuerzas de Orden Público – Ejército – contra cualquiera que pretenda subvertir al sistema capitalista. Cayo Lara conoce todo esto, pero lo omite porque tanto él como su organización no están al servicio de los trabajadores sino que sirven a los oligarcas, que lo mismo, los sacan a pasear y a hablar en sus medios de comunicación o en sus foros económicos. Se entiende perfectamente que bancos condonen deudas a la organización de Cayo Lara, la cual según el Tribunal de Cuentas, adeuda a los bancos 15,1 millones de euros y, según la prensa burguesa, se encuentra en quiebra desde 2009. Está claro que el que paga manda, y que siempre hay quien carece de principios y de vergüenza para prestarse a los capitalistas como instrumento para engañar al Pueblo oprimido con tal de obtener migajas que les permitan subsistir con algunos privilegios, a costa de perpetuar a los explotadores y el sufrimiento y las miserables condiciones de vida de la mayoría. Eso es IU-PCE:  burla y traición a los trabajadores, lo hizo en la Transición y lo hace hoy. Los trabajadores no tenemos otra salida que acabar con este sistema y su Constitución que le da carta de legalidad, que nos sume en la miseria más absoluta y que nos condena a la muerte,  y ello sólo es posible desde la unidad y la organización como clase para luchar contra los imperialistas, por la destrucción del capitalismo y por la consecución del Socialismo. Para ello es fundamental construir el órgano o instrumento para que el Pueblo pueda intervenir en la vida política y crear su poder, el Poder del Pueblo Trabajador. Este instrumento es el Frente Único del Pueblo. Ningún partido financiado por la oligarquía financiera, ni ningún tertuliano de los medios de comunicación de masas en manos de los monopolios atentará contra aquél que le financia y le dota de medios. De hecho les dota de medios para que perpetúen el dominio de los monopolios. Sólo el proletariado, que sufre la explotación descarnada es quien puede romper las cadenas de este sistema criminal que nos somete y que nos niega el presente y el futuro, y romper las cadenas no es otra cosa que romper con el Estado burgués y las estructuras políticas actuales. El Comité Ejecutivo del Partido Comunista Obrero Español hace un llamamiento a los trabajadores del estado español a la unidad para acabar con el capitalismo, que es la raíz de todos los males que nos afectan, y para ello es esencial organizar el FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO, o lo que es lo mismo, desarrollar los órganos de poder popular; órganos que perfectamente pueden y deben sustituir a las instituciones capitalistas y representar una nueva democracia para construir una sociedad distinta en la que deje de existir el que una minoría (capitalistas) viva a costa del trabajo y del sufrimiento de la mayoría (trabajadores) y que nos abra camino a otro sistema donde la mayoría trabajadora dirija económica, ideológica y políticamente la sociedad donde desaparezca por completo la explotación del hombre por el hombre, enviando al capitalismo y a la burguesía al estercolero de la historia. ¡ABAJO EL CAPITALISMO Y SU ESTADO! ¡POR EL SOCIALISMO, CONSTRUYAMOS PODER POPULAR, CONSTRUYAMOS FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO! COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.) --

sábado, 19 de julio de 2014

De Gaza a Donetsk, ¡muera el imperialismo asesino!


El imperialismo lleva las contradicciones del capitalismo hasta su último límite. Esta es la fase en la que nos encontramos inmersos, la de la omnipotencia de monopolios industriales y grandes bancos, la del dominio absoluto de la oligarquía financiera de las potencias imperialistas, la de un capitalismo agonizante, parasitario y putrefacto empeñado en su supervivencia histórica, siempre a costa del sudor y la sangre de millones de trabajadores y de pueblos enteros sometidos a su bota criminal. La etapa de luchas entre las potencias dominantes y sus diferentes grupos financieros por fuentes de materias primas y mercados, por un nuevo reparto de un mundo ya repartido, caracterizada por la aparición de nuevas potencias enfrentadas a las que se aferran desesperadamente a sus conquistas. El imperialismo, no sólo exacerba la contradicción nuclear entre capital y trabajo, entre explotadores y explotados, sino que en virtud de las leyes universales que rigen su accionar, exacerba de igual forma la contradicción entre grupos monopolistas y potencias imperialistas, así como entre éstas y decenas de países neocoloniales y dependientes sometidos a sus intereses económicos, financieros y comerciales; y sitúa como contradicción fundamental o primaria, a nivel mundial, la contradicción entre la aspiración máxima de la burguesía – el mantenimiento y profundización del imperialismo – y la aspiración máxima del Proletariado y pueblos explotados del mundo por emanciparse del yugo que les supone el imperialismo, que no es otra cosa que la consecución del Socialismo.

Ucrania es un vivo ejemplo de cómo actúa el imperialismo y cómo los oligarcas no dudan en derramar la sangre de los trabajadores con el único objeto de lucrarse. El pueblo ucraniano es otra víctima más de un golpe de estado fascista, instigado y apoyado activamente tanto por los EEUU como por la Unión Europea, consecuencia de la contienda que tienen con la potencia imperialista rusa por el control geopolítico de la zona así como de los recursos de dicha nación. El marcado debilitamiento del bloque imperialista aglutinado en torno a la OTAN, no sólo provoca el fortalecimiento de nuevas potencias imperialistas como Rusia o China –claro ejemplo de ello es la extensión de sus monopolios tanto en América Latina, África, Asia e incluso Europa-, sino también la confrontación directa entre aquellos que no están dispuestos a aceptar su decadencia y los que aspiran a tomar nuevas posiciones. No cabe duda que la fuerte resistencia antifascista organizada en Donetsk y Lugansk, por su carácter popular y antioligárquico, no sólo ha provocado la furia criminal entre los patrocinadores del oligarca Poroshenko y sus mercenarios banderistas, sino que también ha generado desconcierto entre los que fueron fervientes patrocinadores del oligarca Yanukovich.

En este mismo contexto, y como continuación a la desestabilización continua de la principal fuente energética del mundo, el imperialismo sigue sacudiendo Oriente Próximo, verdadero maná para los monopolios industriales y financieros. Irak, Siria, Líbano y ahora nuevamente Palestina vuelven a poner de manifiesto el papel de gendarme del gran capital asignado al Estado sionista de Israel en esa zona vital para las grandes petroleras y monopolios energéticos occidentales, rusos y chinos. Ante la escalada militar en la zona, a la entidad sionista no le basta con mantener a un pueblo entero preso en bantustanes infames, ocupado militarmente y despojado de su tierra, sino que es necesario masacrarlo regularmente a base de bombas e invasiones armadas a fin de que asimile su condición de colonia al servicio de Israel. No en vano sus repetidos crímenes de lesa humanidad contra la población palestina, así como las repetidas guerras y ocupaciones –desde el Golán sirio al Sinaí egipcio o el sur del Líbano-, siempre cuentan con la impunidad de sus poderosos protectores.

La enésima crisis capitalista, no sólo agudiza la lucha de clases, sino que desnuda la faz criminal del imperialismo. No extraña que en tal contexto, las clases obreras europea, estadounidense, rusa o china sean sometidas, explotadas y empobrecidas hasta el límite, mientras los aparatos militares se multiplican en el seno de los Estados imperialistas. Así, un Estado como el español, dónde millones de familias obreras carecen de alimentos, vivienda o trabajo, no tiene reparos en destinar cientos de millones de euros en intervenciones militares en el extranjero, colaborando en las masacres sionistas en Palestina o apoyando y financiando los repetidos crímenes en la Ucrania insurrecta, tal y como ha venido haciendo a través del apoyo a mercenarios sirios o con el costosísimo envío de material bélico para la ocupación y destrucción de Libia. El Estado español, como estado miembro de la UE y con sus fuerzas armadas integradas de pleno en el brazo armado del imperialismo yanqui-europeo, no es más que un instrumento al servicio de la oligarquía financiera, que al tiempo que impone una férrea dictadura capitalista frente a la clase obrera y clases populares en territorio español, se posiciona como enemigo jurado de millones de hombres, víctimas de las bombas y las incursiones militares de la OTAN y sus satélites.

Explotación, miseria, guerra y ocupación, he ahí los rasgos distintivos de la fase putrefacta y senil del capitalismo. Trabajadores muertos y enfermos en sus puestos de trabajo, lanzados al pozo del desempleo, obreros con sueldos de miseria que no pueden dar de comer a sus hijos, familias desahuciadas, miles de suicidios, esa es la cruda realidad en las metrópolis imperialistas. Ciudades devastadas como Slaviansk o Kramatorsk, sindicalistas quemados vivos en Odessa, hordas nazis masacrando al bravo pueblo antifascista ucraniano. Decenas de niños palestinos desmembrados, un pueblo entero preso en una franja de Gaza bombardeada por aire, mar y tierra. He ahí el rastro de sufrimiento y muerte que deja a su paso una clase dominante parasitaria y criminal y un capitalismo agonizante que muestra de forma descarnada a las masas laboriosas la necesidad de organizar la revolución socialista. La única salida que tenemos los Pueblos para frenar la barbarie imperialista es la unión de los trabajadores contra el sistema capitalista, contra los estados capitalistas y contra la burguesía. Las luchas entre bloques y grupos monopolistas debilitan al imperialismo, pero sólo la inquebrantable unión de las fuerzas proletarias y populares en la lucha por el socialismo, puede romper de raíz este estado de cosas insostenible.

En las manos de los explotados, de los parias, de los trabajadores, está el fin de la locura imperialista, de la paz y para ello no tenemos otra salida que romper con el Estado burgués y las estructuras políticas actuales. El Partido Comunista Obrero Español se solidariza con toda resistencia antiimperialista, pues tanto a las autodefensas ucranianas como a la resistencia palestina les asiste el legítimo derecho a defenderse por todos los medios de las incursiones militares del imperialismo.

El Comité Ejecutivo del Partido Comunista Obrero Español hace un llamamiento a la militancia, a los amigos de nuestro Partido y a los trabajadores del estado español a solidarizarse con nuestros hermanos ucranianos y palestinos. Y esta solidaridad sólo puede venir luchando contra los capitalistas y contra el Estado imperialista español -que arma y ampara a nazis y sionistas-,  construyendo el FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO, desarrollando los órganos de poder popular; órganos que perfectamente pueden y deben sustituir a las instituciones capitalistas y representar una nueva democracia obrera para construir una sociedad distinta en la que deje de existir el que una minoría (capitalistas) viva a costa del trabajo y del sufrimiento de la mayoría (trabajadores) y que nos abra camino a otro sistema donde la mayoría trabajadora dirija económica, ideológica y políticamente la sociedad,  donde desaparezca por completo la explotación del hombre por el hombre, enviando al capitalismo y a la burguesía al estercolero de la historia.

¡POR LA PAZ, DESTRUYAMOS EL CAPITALISMO!

¡BASTA DE CRÍMENES IMPERIALISTAS!

¡CONSTRUYAMOS FUP, CONSTRUYAMOS SOCIALISMO!

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)